lunes, 19 de abril de 2010

Fenelina


En cuanto te vi no me imaginé que podía resultarme lo más asquerosamente, lo más bello que la puta vida no me dió ningún tipo de culpa ese perencho que andaba vendiendo guaraníes al estilo campirano; no puede ser, pero lo es, y a veces somos algo imprudentes al manejar este globo aerostático. A dónde ire a parar de la mano de esta locura. La que nunca vas a encontrar en ninguno de tus cráneos abandonados y entregados al caretón de la vuelta de la esquina de la ruta 34 rumbo a Salta Capital, cumpliendo años mas de vida, de protocultura, de magia, despacio debemos respirar el aire más viciado del mundo sin derecho a rezongar.

Implicados en el homicidio: Tati, Eze, Vale y Yagui

domingo, 18 de abril de 2010

Soltero


Ni bien terminé de comer estaba dispuesto a ver algún partido, cuando de repente sonó el timbre y me encontré con “LA” sorpresa…  Soltero venía a buscarme de nuevo a pesar de mis acusaciones y mi desprecio hacia él. Cree que la cabeza no fue inventada para aguantar todo tipo de fracasos triunfados una vez mas y para siempre, después de todo estuvo bastante bien, sólo que hubiera querido que me regalaran otra cosa; la que siempre buscaste entregado de cabeza con la espalda agrietada, con rojo de pasión, de amor y a la vez de envidia por aquellos sudorosos que a pesar de su pie plano disfrutaban tranquilamente, casi no disfrutaban tanto como un chancho en el bosque me encontré, sólo, perdido y un poco excedido de peso; cual porcino animal que pocos conocen pero está tan cerca que nadie puede saber lo que está a punto de estallar y sacar a reflotar sus bajos instintos , sacando a bailar a aquella muchacha que lo volvía loquito. El tiempo pasó y llegó el Otoño, entonces por fin pude ver algo pero era sólo una sombra que asomaba, las hojas caían, y yo, cagado de frío.
Implicados en el homicidio: Tati, Eze, Vale y Yagui